Graciela Ocaña: “Es muy importante que la Justicia llegue”
¿Qué sensación le da ver en el banquillo de los acusados a Boudou?
-De alegría, porque me parece que la justicia está actuando, pero es cierto que tardó, que a veces nos frustra como ciudadanos. Creo que Boudou va a tener que rendir cuentas por el intento de la compra de la máquina de hacer billetes que nos costó tanto dinero a los argentinos.
-¿En qué piensa trabajar en el Congreso?
-Voy a trabajar en las áreas que siempre he trabajado, que tienen que ver con la lucha contra la corrupción. Es muy importante que la Justicia llegue, ponga en el banquillo a los responsables y los castigue, pero también es importante que recuperemos lo robado. Uno siente que las obras que faltan en la Provincia está en esos bolsos que López arrojó en el convento, en los campos de Báez o en cuentas en Suiza y vaya a saber en cuántos lugares más. Necesitamos recuperar ese dinero porque es de todos los argentinos. Yo voy a proponer al Congreso, más allá de la ley extinción de domino que se está discutiendo, que es necesario también generar una especie de ley de recompensa para que aquellas personas que -sin haber participado en hechos de corrupción- conozcan dónde están los fondos ilícitos que le permita al Estado recuperar ese dinero. Esto se utiliza en algunos países como Italia y Estados Unidos con éxito. Después por supuesto queremos discutir la temática de salud y la tercera edad, ya que creo que hay que trabajar mucho en generar muchos profesionales de algunas especialidades que son críticas para la salud como enfermeros, cuidadores domiciliarios para adultos mayores, pediatras.
-¿En qué consiste el proyecto de “hipoteca inversa”?
-Muchas veces el único bien que tiene el adulto mayor es su casa, que no puede vender porque necesita vivir ahí. Lo que proponemos es una figura que se utiliza mucho en España donde el adulto mayor hipoteca su casa y recibe un monto que él mismo determina para poder arreglar la casa, hacer el viaje que necesita y ayudarlo a vivir un poco mejor. Mientras viva él y su pareja, tiene usufructos de la casa, es decir que nadie lo va a poder sacar de su casa. Es una forma de que ese patrimonio que el adulto mayor pudo lograr por el trabajo de su vida, pueda también ser utilizado por él.