
Enfermería: más profesionalizada pero sin dejar de lado la contención de los pacientes
A lo largo la historia, la enfermería pasó por varias etapas que marcaron su evolución pero en todas ellas, más allá del servicio y el cuidado de la salud, se caracterizó por una gran fuerza vocacional, así como por la contención y el acompañamiento de pacientes.
Durante las últimas décadas, la profesionalización de la enfermería ha dado pasos notables para fortalecer la imagen de quienes la ejercen y llevan adelante la promoción y prevención de la salud, recuperación y rehabilitación, cuidados paliativos así como funciones de docencia, investigación, gestión y administración.
Democracia dialogó con tres enfermeras de nuestra ciudad, quienes dieron su visión sobre la profesión, la vocación y la contención pero especialmente sobre la importancia del conocimiento y la capacitación en el desarrollo de la tarea en la actualidad.
Compromiso con el otro
Raquel Perdomo es licenciada en enfermería y jefa del servicio de enfermería del Higa Junín. Tiene 56 años y 26 de experiencia en la profesión a la que llegó de una manera especial.
“Particularmente elegí ser enfermera tras vivir una situación con mi hijo de 3 años, que permaneció en su momento internado por una meningitis”, cuenta Raquel.
“Él estuvo muy grave y fue allí cuando pude valorar el trabajo, la dedicación, el compromiso, el acompañamiento y el conocimiento de todos los enfermeros”, destaca.
Como parte de la gestión clínica hospitalaria una de las tareas fundamentales de Raquel es bregar por el uso adecuado de los recursos profesionales, humanos, tecnológicos y organizativos disponibles “para poder brindar los mejores cuidados a las personas, -sustentados en información científica-, para tratar de cambiar favorablemente el curso clínico de su enfermedad”.
Un enfermero, como prestador de servicios realiza su tarea, siempre basada en el cuidado, que según Raquel, “buscar realizar actividades beneficiosas para otros, pero también con otros, y tiene que ver con la responsabilidad que tiene la enfermera de dar respuesta para satisfacer necesidades de salud de los pacientes”.
María Susana Pagano tiene 48 años, es licenciada en Enfermería y desde hace 26 años se desempeña en un Centro de Atención primaria de la Salud en la localidad de O’Higgins y a su vez es docente de la Licenciatura en Enfermería de Unnoba.
Desde muy chica quiso ser enfermera y cuando comenzó a estudiar en el año 1992, como Auxiliar de Enfermería se enamoró de la profesión y continuó estudiando hasta obtener su licenciatura.
Susana destacó que “para poder brindar el cuidado necesario se requieren bases sólidas no solo de conocimientos sino también de habilidades y de aptitudes necesarias para interactuar con el otro. Todas las profesiones tienen cosas en común, todas sirven para algo, pero no todas sirven a “alguien” y ese alguien es el ser humano, el individuo con todos sus componentes, biológicos, psicológicos, sociales, culturales y espirituales. Por ello es que esto exige que cada vez estemos más preparados y capacitados”.
Profesionales de la salud
Sin dudas los cambios en la sociedad llevan a grandes cambios en el plano de la salud y la enfermería no queda fuera de ellos sino todo lo contrario.
Naian Luhaces es enfermera universitaria, culminando su licenciatura en Enfermería y se desempeña en el área de Neonatología en la clínica Imec. También es docente de la Unnoba.
A los diez años ya curaba una herida abdominal de su abuela tras una cirugía y disfrutaba el cuidado hacia los demás. Con los años, su elección se hizo cada vez más clara.
“La enfermería hoy en día es muy diferente de la que se practicaba hace años y se espera que siga cambiando. Estos cambios se realizan de acuerdo a las necesidades de la sociedad en busca de la profesionalización”.
Es por ello que en la actualidad, la Enfermería requiere de capacitación constante para responder con el compromiso que se requiere y actualmente se espera que la profesión tenga una práctica más autónoma en la sociedad.
Las tres profesionales coinciden en que la capacitación, según Luhaces, “cumple un papel fundamental para poder brindar nuestro servicio con la mayor preparación”.
Por su parte Pagano aseguró: “Personalmente sigo perfeccionándome porque somos parte de una sociedad que avanza y por lo tanto la enfermería y su objeto de atención, el cuidado también avanza y requiere estar a la altura de las circunstancias”.
La vocación es una parte esencial de cualquier profesión pero sin dudas, la enfermería requiere más.
La jefa de enfermería del Higa, Raquel Perdomo destacó su importancia pero “sustentada en el conocimiento, las habilidades y las aptitudes, que son esenciales para llevar adelante la labor”.
Pequeños superhéroes
Las historias de vida en el ámbito de la Enfermería en muchos casos adquieren mayor dimensión cuando hablamos de niños y recién nacidos.
En el caso del área de neonatología, se trata de una lucha y una fortaleza que se pone a prueba a diario, segundo a segundo.
Naian Luhaces, como mamá de un niño prematuro, que nació a las 30 semanas de gestación y pesó 1.515 kilogramos, aseguró que en ese momento no estaba formada en neonatología y fue a partir de allí donde decidió involucrarse en esta “hermosa especialidad”.
“Nuestros pacientitos, como los suelo llamar, son pequeños superhéroes”, aseguró Naian Luhaces, “son tan pequeños a la vista, algunos nacen con menos de un kilo, a veces 500 gramos, pero son fuertes por dentro”.
Permanecen días, meses en una incubadora, “aislados de sus mamás, soportando las técnicas y procedimientos que debemos hacer las enfermeras, que nos sentimos una especie de tías del alma de cada uno de ellos”.
Pero la satisfacción es plena cuando logran el alta: “ahí te llenan de felicidad ya que ves que tu trabajo en equipo, con tus compañeros de área fue efectivo”.
Reclamos
Este año los enfermeros encabezaron reclamos tras la modificación de la Ley de Carrera Hospitalaria donde no se contempla a los enfermeros profesionales, y según aducen “atenta con nuestra ley de ejercicio profesional 24.004”.
Lo que exigen es “que se revise de nuevo la presente Ley, que permite tener mejores salarios, ascender en los diferentes escalafones. Si no se revisa esta ley dejamos de ser profesionales y somos administrativos. Las cosas hay que llamarlas por su nombre: los enfermeros somos profesionales, no administrativos. Un enfermero le puede salvar la vida a una persona. Somos el 80% de la atención directa e indirecta del sistema de salud”.