
Aguiar: “La dolarización sería un error muy grave”
Santiago Aguiar, economista, gerente de finanzas del Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE) y referente económico del Frente Renovador de Junín, afirmó en una entrevista con Democracia que, frente a una eventual dolarización de la economía, el país se quedaría “sin una herramienta muy fuerte, como la política monetaria”, al tiempo que consideró que la corrida de los últimos días con el dólar blue “se va a estabilizar”.
“La corrida del dólar paralelo y el aumento de la cotización se dio a partir del conocimiento de la inflación de marzo, un número alto, de 7,5%, que indica que la inflación está por encima de las tasas reales que dan las inversiones en pesos. Los pazos fijos en pesos están por debajo del 7% si uno calcula la tasa mensual”, afirmó.
Y agregó: “En la medida en que la tasa real sea negativa para las inversiones en pesos, los inversores van a correr de los pesos al refugio natural, que son los dólares. Y como hay limitaciones para el acceso, van a los dólares bursátiles, paralelos y demás formatos de cotizaciones que hay en el mercado”.
“Hoy reaccionó el Banco Central, después de varios días de suba, y aumentó las tasas de interés para tratar de contener esta escalada del dólar paralelo, que tiene otros componentes, un componente también especulativo, otro factor que incide es el año electoral, ya que hay muchos actores fogoneando una corrida”, señaló.
“En la medida en que la tasa de interés quede rezagada, no va a haber incentivo para renovar los plazos fijos o a poner imposiciones en plazos fijos, ya sea en el caso de los ahorristas minoristas o de los fondos comunes de liquidez”, indicó.
“Creo que esta corrida se va a acomodar. De hecho, hoy, el Central anunció un aumento de la tasa de unos tres puntos porcentuales, veremos si le alcanza o si tiene que hacer algún ajuste adicional”, afirmó.
“Este ajuste que propone el Banco Central lleva los plazos fijos a una tasa mensual un poco por debajo de la inflación, no sé si el Gobierno ya tiene algún dato de la inflación de abril, pero bueno, vamos a ver cuál es el resultado de la reacción que tuvo el Banco Central”, aseveró.}
“La dolarización nos ataría a un patrón monetario que nos quita grados de libertad”
Plan de dolarización
“Con respecto a la dolarización, conceptualmente creo que es un error muy grave, porque no existe experiencia en el mundo, de países desarrollados, que les haya ido bien dolarizando”, afirmó.
Y amplió: “Tampoco hay una actitud de EE.UU. de ser colaborativo con los países que adopten su moneda. Estos procesos surgen en países, de manera unilateral, en algunas crisis puntuales, como el caso de El Salvador, Panamá, Ecuador, pero claramente no son países que hayan tenido grandes éxitos mundiales por haber dolarizado sus economías”.
El economista afirmó que entre las “ventajas” de una eventual dolarización estaría la eliminación de los problemas de credibilidad sobre las políticas monetarias y cambiarias, “la ‘maquinita’, eliminando de alguna manera lo que es el riesgo cambiario”.
“En principio, podría ayudar a contener la inflación de una manera rápida y sostenible en el tiempo, porque se ata a la evolución de una moneda en particular y elimina la posibilidad de utilizar el financiamiento monetario. Dicho de otro modo, evita que el Banco Central pueda operar como prestamista del tesoro y como emisor permanente de pesos”, afirmó.
Sin embargo, advirtió sobre los inconvenientes que esta política podría generar: “Tenés que importar la política monetaria de los EE.UU. y, por ende, quedás atado a la moneda norteamericana. Las exportaciones van a valer en dólares y no vas a poder ajustar los precios internos”.
Y agregó: “Además, elimina la posibilidad de utilizar responsablemente el financiamiento monetario y no elimina la posibilidad del déficit fiscal. Con la dolarización uno se queda sin una herramienta muy fuerte, que es la política monetaria, que sirve muchas veces para absorber y amortiguar shocks externos. Por ejemplo, si Brasil devalúa su moneda y nosotros tenemos los precios en dólares, nos volveríamos muchísimo menos competitivo que Brasil y probablemente dejaríamos de exportar muchos productos. Si el dólar en el mundo se aprecia, se revalorizarían nuestros productos y no podríamos exportar, además de que no tendríamos la herramienta para amortiguar ese shock”.
“No está claro cuáles son las ventajas de adoptar una moneda, pero sí está claro que se pierde un alto grado de libertad de política responsable. La dolarización nos ataría a un patrón monetario que nos quita grados de libertad”, remarcó.
Qué hubiese pasado si nos agarraba la pandemia sin una política monetaria".
Y graficó: “Es muy difícil pensar en la independencia política, cuando uno no tiene independencia monetaria. Creo que la dolarización, hoy, es un fetiche y es un slogan, que es muy difícil de lograr y además no hay ningún país que haya crecido sobre la base de la dolarización”.
“No creo que sea la salida para la Argentina. Qué hubiese pasado si nos agarraba la pandemia sin una política monetaria, qué hubiese pasado si el Gobierno nacional no hubiese podido emitir dinero para poder sostener los ingresos de las familias que estaban atravesando una situación complicada”, advirtió.
-¿Cómo llega la economía a las elecciones, con una inflación tan elevada?
-Sergio Massa está, hoy, en una situación muy difícil, porque es un año electoral y, por la estructura de las cámaras legislativas y la actitud de la oposición, le cuesta mucho trabajo arribar a consensos y aprobar leyes para llevar adelante cambios estructurales importantes. Tiene un margen muy pequeño para tocar un poco la política económica y tratar de llevar la economía lo más tranquila posible. Creo que este año va a tratar de estabilizar la inflación, aunque sea en niveles altos, pero más bajos que la actual. Vamos a tener seguramente una inflación más alta que el año pasado, pero lo importante es que la inflación se estabilice y no se espiralice, que la política económica contenga la inflación, aún en niveles altos. Va a haber que aguantar, soportar todos los vencimientos con el FMI, que en su gran mayoría no fueron vencimientos comprometidos durante este gobierno, cerca de 22 mil millones de dólares. Massa está permanentemente en contacto con los organismos internacionales para recalibrar las metas.