
Nelson Alfredo Picard: “Me gusta la cirugía como herramienta para ayudar”
El caso del médico neurocirujano Nelson Picard se inscribe en el largo listado de personas que, una vez que conoció Junín, nunca más quiso irse. Nacido en el barrio de Villa Urquiza, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, de donde son nacidos sus dos primeros hijos, allí creció.
“Mi viejo era ingeniero en la Comisión Atómica y mi madre ama de casa. También fue secretaria en distintos lugares, como General Motors, y trabajó en una inmobiliaria. Luego, se dedicó a criarnos a nosotros. Era otra época”, Picard en diálogo con Democracia para abordar su historia de vida.
Vale resaltar, tal como hizo mención el propio Picard, su infancia transcurrió en la década de 60, cuando la sociedad era muy distante a la de hoy. Sin embargo, allí fue cuando él y sus dos hermanos empezaron a delinear sus caminos: todos ligados a la formación académica en ciencias, popularmente conocidas como, “duras”.
En tal sentido, describió: “Un hermano mayor que es ingeniero y un hermano menor que es médico psiquiatra y se dedicó a la investigación farmacológica, y que está viviendo en Estados Unidos”.
“Me recibí de médico en la Universidad de Buenos Aires en 1990, y luego me formé en neurocirugía en el Hospital Pirovano de Capital. Después, hice el Doctorado, también en la UBA. La formación es continua, concurriendo a congresos, realizando cursos, o visitando servicios, nacionales y del exterior”, inició sobre su bagaje académico.
Picard es un apasionado por su labor profesional, trabajando de lunes a domingo, las 24 horas a disposición para sus pacientes. Asimismo, fue su trabajo el que lo llevó a, en primer lugar, relacionarse con un colega juninense para, luego, involucrarse con nuestra ciudad al punto de ser el lugar elegido para vivir y para dar nacimiento a sus últimos dos hijos.
Medicina
Según la Real Academia Española, el término “medicina” significa “Conjunto de conocimientos y técnicas aplicados a la predicción, prevención, diagnóstico y tratamiento de las enfermedades humanas y, en su caso, a la rehabilitación de las secuelas que puedan producir”.
En otras palabras, hace referencia a la importancia de acompañar, ayudar y solucionar. Precisamente, de esa forma, fue que se despertó la curiosidad en Picard por el mundo de la medicina.
“Creo que siempre me gustó ayudar. No tengo familiares médicos, sí que hayan estado relacionados con la investigación. La medicina, en gran parte, es un arte y tiene cosas de ciencia e investigación. Es una linda profesión y vocación”, manifestó.
Sobre su elección en esta disciplina, argumentó que “fue el lado del desafío. Me gusta la investigación y producción artesanal de conocimiento. No va en lo emocional familiar, sino, en el desafío de lo complejo”.
Tal estímulo, según reconoció el mismo Picard, quizás, fue proporcionado por su madre. Al respecto, reflexionó: “Es como que sentí una inclinación a partir de mi vieja que me incentivó hacia eso. Ella mostraba admiración por los médicos y también los criticaba. Siempre estuvo presente en casa la medicina”.
Y contextualizó: “Ella tuvo un hermano muy enfermo y es como que hablaba con cierto respeto hacia los diferentes médicos. Yo creo que en esa admiración que profesaba yo sentía cierta inclinación. Soy médico por amor a mi vieja”.
Sin embargo, la relación entre la medicina y la familia Picard no se agota, únicamente, en Nelson. Además de él, también fue su hermano quien eligió tal camino para desarrollarse.
“Mi hermano menor es médico por mí. Hay una inclinación familiar por ciertas orientaciones. Mi hermano mayor es ingeniero y son lugares donde convergen ciertos conocimientos aplicables. Son más conocimientos que disciplinas puras. Convergen muchas cosas y aplicamos muchos conocimientos”, contó.
En tal sentido, Picard relacionó las carreras de medicina e ingeniería como mundos distintos, pero con aspectos en común. Uno de ellos: la cantidad de tiempo que demandan las investigaciones en ambos campos para que, tras ello, en cuestión de segundos se resuelvan grandes asuntos.
“Para poner un stent, hubo años de investigación y de materiales y después un cirujano con un minúsculo, pero preciso, movimiento de mano lo coloca”, ejemplificó.
Finalmente, en la actualidad, es la hija menor de Nelson, quien mantiene vigente el mundo estudiantil en su propia casa al haber elegido, al igual que su padre, medicina en la UBA.
Comienzos
Décadas después de egresarse de medicina en la UBA es cuando se relacionarían Picard y Junín. Tal comienzo, obviamente, fue de la mano de un médico juninense: Paulo Mallaviabarrena.
Acerca de la manera en que arribó a nuestra ciudad compartió: “Hice la residencia en Buenos Aires y trabajando lo conocí. Hacía falta un neurocirujano, averigüé, decidí probar y rápidamente me fui convenciendo de que era lindo”.
“Él hizo la residencia allá y yo era médico de planta en Buenos Aires. Siempre me había llamado la atención el interior: de hecho, cuando me recibí, fui una semana a Formosa para trabajar y conocer”, recordó.
A esta altura, además de su lugar de trabajo, Junín pasó a ser el lugar elegido por Picard, tanto para vivir, como para tener su familia. De sus cuatro hijos, destacando que los dos más jóvenes, son juninenses.
Respecto al significado que tiene Junín en su vida expuso que “es un lugar donde pude trabajar cómodo, en el sentido de tener recursos y trabajar bastante. Tener un número suficiente de pacientes para poder ayudar. Me gusta la cirugía como herramienta”.
Siguiendo con tal perspectiva, insistió: “Acá tuve la posibilidad de operar bastantes pacientes y eso me dio cierta tranquilidad. Lentamente me fui instalando. Mi vidriera fue el Hospital donde me hice conocido, mientras que, después, me fui haciendo y hoy opero más en La Pequeña Familia”.
A sus casi sesenta años, con la mitad de tiempo vivido en su Buenos Aires natal, pero con la última parte transcurrida en Junín, Picard confesó: “Cuando alguien me pregunta, digo que soy nacido en Buenos Aires, pero que soy juninense por adopción”.
Palabra experta
Un pilar, y eje, en el cuerpo humano, y con el que trabaja Picard, es el sistema nervioso. En relación, se encuentran órganos como el cerebro o la médula espinal, y fenómenos como traumatismo de daño, tumores de columna y de cerebro y sangrados de cerebro.
Al momento de tener que definir al sistema nervioso, explicó: “Es la interfase entre el organismo y el ambiente. Es como el sistema Windows de la computadora. En nuestro caso, se encarga de recibir la información del medioambiente y generar conductas”.
Para ser más gráfico, ejemplificó: “Si tengo hambre, es el que moviliza al organismo a buscar la comida. El sistema nervioso central es lo que está en la cabeza”.
No solo brindó su definición, sino también recomendaciones para poder cuidarlo. “Dormir es fundamental. Si uno duerme poco o se levanta cansado, el cerebro posiblemente no haya hecho todos los procesos de reparación que suceden durante el sueño”, indicó.
Asimismo, también sugirió el hecho de “no tener muchos golpes” y explicó que “hay deportes no aptos para el cerebro, como el boxeo. Se sabe que hay una demencia que antes se llamaba pugilística donde las neuronas se iban perdiendo”.
Así como hay determinadas actividades no recomendables para el cuidado del sistema nervioso, como boxeo, también hay varias que sí lo son. Dentro del listado de las que sí, Picard, comentó: “La lectura hace bien. Mantener una vida social adecuada. Todo lo que implique cierto funcionamiento cerebral es bueno para el cerebro”.
En tal línea, abordó la importancia del deporte desde una perspectiva médica al resaltar que “es muy bueno para la salud”.
“El cerebro va a estar bien irrigado si tenés una buena cañería. Hacer deporte es bueno ya que mantiene la salud cardiovascular de forma adecuada”, detalló y se focalizó en su caso personal al afirmar: “Yo trato de tener una rutina. Es fácil decirlo y después uno debe encontrar los tiempos”.
Valoración de Junín
Picard nació en el barrio de Villa Urquiza, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Sin embargo, hace varias décadas que eligió Junín como su núcleo para desarrollarse y, en los últimos años, para tener a su familia. En tal sentido, de sus cuatro hijos, los dos últimos nacieron en nuestra ciudad.
Acerca de lo que representa Junín para él, Picard, expresó: “Es una linda ciudad que, desde que llegué en 2004, mejoró. Uno tiene que pensar y hacer memoria: llegué con puentes militares sobre el Salado y sin iluminación sobre la avenida Circunvalación”.
“Fue mostrando un progreso. Como ciudad del interior es una ciudad importante”, evaluó y, al hacer una comparación con las localidades aledañas, resaltó el desarrollo médico que presenta: “Está bien posicionada y, para mí, es más organizada”.