
Afirman que los vuelos son “técnicamente viables” pero se deben evaluar desde lo económico
El anuncio de la vuelta de los vuelos de conexión entre Tandil y Olavarría con Buenos Aires a través del Aeroparque Jorge Newbery, generó expectativas en la región ante la posibilidad de que ello se replique en Junín y Venado Tuerto.
Expectativas generadas hace meses, cuando ya se hablaba de tal posibilidad desde el Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado que dirige Federico Sturzenegger.
Lo cierto es que en Junín, la pista del Aeródromo aún requiere de un balizamiento y una puesta a punto de las instalaciones para poder operar los tipos de vuelos que desde noviembre se confirmaron como una nueva ruta aérea de Tandil, con escala en la ciudad de Olavarría.
Al ser consultada por Democracia sobre la posibilidad de que esto se concrete, la subsecretaria de Transporte Aéreo y Fluvial de la provincia de Buenos Aires, Valeria Arata, aseguró que hasta el momento “no han llegado notificaciones oficiales al sistema de aeronavegación provincial” y reconoció que el Aeródromo necesita “más que el balizamiento”, incluidos controles de la Empresa Argentina de Navegación Aérea (EANA).
Además, el periodista especializado en aviación, Carlos Antúnez Clerc, brindó detalles de las aeronaves que podrían aterrizar en Junín y se refirió a una posibilidad “viable desde lo técnico” pero que se debe evaluar desde lo económico.
Balizamiento del aeródromo
Consultada sobre el anuncio de Sturzenegger, Arata indicó que, de momento, “no han llegado notificaciones oficiales al sistema de aeronavegación provincial”.
Si bien reconoció que sería muy bueno para las ciudades de la provincia “contar con vuelos de cabotaje” y tener conectividad con la ciudad de Buenos Aires, también se refirió a la situación del aeródromo local, habilitado por ANAC para aeronaves de hasta 5700 kilos.
Cabe destacar que la pista actualmente puede operar de forma diurna ya que no cuenta con balizamiento para vuelos nocturnos. No obstante, Arata aseguró que se requiere más que ello para que pueda funcionar un servicio de pasajeros.
“Se debe chequear con EANA para tener en claro si se cuenta con todo el personal de Torre de Control necesario y si los sistemas que tiene que tener la torre están y funcionan correctamente”.
A su vez, indicó que se debe tener en cuenta si se requiere “un servicio de recarga de combustible, personal de aeronáutica para el control de los pasajeros, instalaciones de recepción y espera, baños”.
El costo del balizamiento y los trabajos edilicios son aún tema de conversación entre la Subsecretaría y el Municipio, mientras los equipos técnicos definen los valores actuales.
La operación en Junín es “viable”
Por su parte, Antúnez Clerc destacó que todo está aún en gestación y que el tema requiere un análisis desde lo económico, ya que “técnicamente es totalmente viable” que operen las aeronaves tipo Beechcraft hasta 20 pasajeros.
“Humming Airways es una empresa en gestación, recién naciendo, con una estructura bastante interesante, con aeronaves de tipo Beechcraft King Air, Beechcraft 350. Es un avión versátil, bi-turbohélice, con dos motores. Tiene una capacidad, según se configure, para 13 pasajeros. Otros configurados como ejecutivos, llevan 5, depende de cómo lo configure quien compre la aeronave”.
Destacó que “es un avión muy seguro, moderno y de muy buena performance. Como tiene cabina presurizada puede volar a altitudes importantes, de 20 o 25 mil pies e ir más arriba también”.
Los turbohélices son versátiles y, según Antúnez Clerc, “pueden operar en pistas poco preparadas y son muy económicos en cuanto al consumo de combustible. Logran una performance muy buena, con poco consumo y de un combustible más barato porque usan el mismo combustible que los jets -JetA1-. En ese caso se hace más redituable su operación”.
El Beechcraft (B-1900) para 19 pasajeros, el King Air 350, como el que utiliza Humming Ways, para 13 pasajeros, también se puede configurar para cargas.
Para Junín, señala, “con una pista de 1500 metros podrían operar con total normalidad y eficiencia esas aeronaves de entre 10 y 20 pasajeros”.
A su vez explicó que “la pista de Junín tiene un sistema que, si bien no es de aterrizaje por instrumento, tiene la posibilidad de operar con instrumental”, y detalló que “los tipos más comunes de operación por instrumento son el Bor, con ayuda radioeléctrica y otro es el ILS (Instrument Landing System) que es de aterrizaje por instrumento, mucho más preciso, para cuando hay baja visibilidad. Junín tiene Bor y tiene un ancho de pista de 30 metros”.
Desregulación
Antúnez Clerc aseguró que “esto no es nuevo y en Argentina hubo muchas experiencias de este tipo, de interconectar ciudades medianas como Junín o Pergamino, con vuelos. A principios de los 80 en Pergamino operaba LAPA, por ejemplo. Pero la mayoría de esas empresas fueron quebrando”.
En ese sentido explicó que “el transporte aéreo es carísimo y cuando la economía argentina se deteriora es muy difícil hacer funcionar a las empresas”.
Además, señaló que “lo que cuesta el funcionamiento de una aerolínea comercial se traslada luego al precio del pasaje” y reflexionó que “lo importante es ver si hay una demanda para esa oferta de vuelos. Si hay gente que quiera volar. Técnicamente es viable, económicamente no lo sé”.