
"Hay que cuidarse para cuidar al resto"
El ciclista juninense Dario Pagliaricci completó hace unos días la cuarentena obligatoria tras regresar de una competencia en Panamá y de visitar los Estados Unidos. En diálogo con Democracia, contó la experiencia del aislamiento, habló de los miedos y remarcó la importancia de respetar las recomendaciones sanitarias para evitar el contagio del coronavirus.
- ¿Cómo se da tu viaje a Estados Unidos y Panamá?
- Ya tenía programado todo desde un tiempo, primero estuve en Panamá participando de una competencia y de ahí fui a Estados Unidos a retirar unos repuestos y herramientas para la bicicleta. Y estando allá pasó todo lo que ya conocemos. Ya estando en Panamá se veían venir las complicaciones y cuando llegué a Estados Unidos me llamaron de la línea aérea para avisarme que los vuelos se estaban suspendiendo y para ofrecerme volver antes. Así que me volví dos días antes de lo que tenía previsto. Llegué a la Argentina el 12 de marzo.
En Estados Unidos no noté el pánico que hay hoy, es más, creo que un poco la situación se minimizaba.
- ¿Sentiste miedo en algún momento del viaje?
- No, la verdad que lo tomé con total normalidad. Traté de respetar todas las medidas y de mantenerme informado. En Estados Unidos no noté el pánico que hay hoy, es más, creo que un poco la situación se minimizaba. Creo que las medidas más importantes se tomaron a la semana de que yo me vine. Ahora la situación en Estados Unidos es gravísima. Y en el avión de regreso el clima tampoco era de mucho nerviosismo. Ahora es distinto.
- ¿Qué ocurrió cuando regresaste?
- Apenas llegué me tuve que aislar, tuve que hacer la cuarentena obligatoria como medida de prevención no solo para mí, sino también para mi familia. Y para evitar cualquier contacto me fui a Alberdi, pueblito que queda muy cerca y ahí mi papá me prestó su casa para pasar la cuarentena. Estuve quince días.
- ¿Y durante el aislamiento, cómo eran los controles?
- Me llamaba una doctora de la parte de inspección distrital, del área de salud de Alberdi. Siempre estuvieron muy atentos, me preguntaban si tenía algún síntoma y si necesitaba algo. Por esa parte estaba tranquilo, después tenía mi bicicleta y mi rodillo para entrenar, así que con eso me entretenía bastante. Siempre me sentí bien, entonces miedo nunca tuve.
- ¿Qué reflexión haces tras respetar la cuarentena?
- Que extrañé mucho a mis hijos y a mi señora, a la familia. Encima fueron más días que nos los vi porque se me sumó el viaje, estuve 25 días sin verlos. Fue tremendo, no se me pasaban más. Y en Alberdi ni te cuento, encerrado en una casa, solo, ya no sabía qué hacer. Por suerte mi viejo me prestó la casa y él se quedó en una que tiene en un campo cercano; y una empleada de él me hacía las compras y me dejaba las bolsas en la puerta y me tocaba timbre para avisarme. Y a mi viejo cuando iba para el pueblo lo saludaba desde lejos. Así fueron los quince días, hasta que una vez cumplido el tiempo las autoridades sanitarias me revisaron, me dieron el alta y me vine para Junín a estar con mi familia.
- ¿Te dejó algún aprendizaje todo esto?
- Sí, varias cuestiones. Durante la cuarentena me di cuenta de la importancia de la tecnología, hice muchas videollamadas con mi familia, eso en algún punto me dejaba tranquilo de que estaban todos bien. Hablábamos y nos veíamos todos los días y en algún punto eso te hace extrañar menos. Y después creo que todos tenemos que ser conscientes de la situación, hay que respetar las reglas para cuidar al otro. Yo creo que si todos hubieran hecho lo que yo hice, la situación sería distinta, sería de menor gravedad. Pero bueno, hay gente que no hizo las cosas bien, que pensó que a ellos no les podía pasar nada y les pasó. Les pasó y contagiaron al resto. Hay que cuidarse para cuidar al resto, por ahí pasa la cuestión.