
Cristina agitó la pelea y le cantaron “vamos a volver”
Cristina Kirchner volvió ayer a marcar con críticas un tanto veladas, sus diferencias con la marcha del gobierno nacional. Y su tropa no dejó pasar la oportunidad para hacer sentir que, aunque todavía unido, el Frente de Todos es una usina generadora de cortocircuitos. “Vamos a volver”, entonaron intendentes, legisladores y funcionarios K al asumir un extraño rol de oficialistas y opositores a la vez. La escenografía del oficialismo gobernante a partir del enfrentamiento entre el Presidente y su vice quedó instalada ayer en la inauguración de la Asamblea Parlamentaria Euro-Latinoamericana (EuroLat) que tuvo lugar en el Centro Cultural Kirchner.
“Hablamos de poder cuando alguien toma una decisión y esa decisión es respetada por el conjunto. Que te pongan la banda y te den el bastón, créanme, no significa que tengas el poder, sólo un poquito de eso. Y lo digo por experiencia. Y ni te cuento si además no se hacen las cosas que hay que hacer, dejémoslo ahí”, lanzó Cristina al hablar en el acto.
Esa definición se leyó como un dardo hacia la gestión de Alberto Fernández, a la que el kirchnerismo le reclama medidas más duras para combatir la inflación y que morigere el ajuste que contempla el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional.
La vicepresidenta reivindicó el rol del Estado para combatir la desigualdad en el mundo acentuada por la pandemia, llamó “necios y cínicos” a quienes desmerecen el rol del Estado en las sociedades y renovó sus críticas al Poder Judicial. Ante la Asamblea reunida en el Centro Cultural Kirchner (CCK) que integran 75 eurodiputados y 75 representantes de los Parlamentos de América Latina y el Caribe, bajo el lema “Una recuperación económica justa e inclusiva en paz”, la titular del Senado instó a repensar “una nueva ingeniería institucional” para hacer frente a las inequidades.
Fernández de Kirchner advirtió que la pandemia “vino a reinstalar la idea del Estado” y se preguntó qué hubiera sido de los países y de la vida de los pueblos “si los Estados no hubieran intervenido construyendo hospitales, atendiendo a los enfermos y negociando con los mercados, los laboratorios, para que pudiéramos salvarnos y no morirnos nosotros y nuestros seres queridos”.
Entusiasta, la tropa K integrada por numerosos representantes bonaerenses, cantó “vamos a volver”, en obvia referencia a Cristina Kirchner a la que quieren ver de nuevo como presidenta. En ese abigarrado grupo se anotaron la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza; de La Matanza, Fernando Espinoza y de Tigre, Julio Zamora. También estuvieron Marisa Fassi (Cañuelas) y Marina Lesci (Lomas de Zamora). Además, los alcaldes con licencia Gustavo Menéndez (Merlo) y Mariano Cascallares (Almirante Brown).
“Las desigualdades no nacen por un orden natural sino que son producto de decisiones políticas o de falta de decisiones políticas”, puntualizó, y luego aseguró que “la gran discusión” a nivel planetario es “si a este proyecto capitalista que se da en todo el mundo lo conducen las leyes del mercado o las leyes de los Estados”.
“Esa es la clave para abordar seriamente el problema de la desigualdad, salvo que sea un ejercicio dialéctico de encuentros esporádicos”, subrayó, y consideró que también se debe plantear “qué tipo de Estado” se necesita. En esa línea, renovó sus críticas a la Justicia en Argentina en un tramo de su discurso en el que mencionó a “nuestro Parlamento, nuestros Ejecutivos y nuestro Poder Judicial, tantas veces cooptado por el mercado y los factores económicos”.
Críticas opositoras
Los dichos de Cristina generaron la reacción opositora. “La inflación de este mes es récord en 20 años. La vicepresidenta se pelea con el Presidente en lugar de ocuparse de la gente que está en una situación de desesperación total”, denunció la titular del PRO, Patricia Bullrich.
Otro de los que rechazó el accionar de Cristina fue el diputado radical Mario Negri que calificó el episodio como un “operativo de demolición”. Y agregó: “Su ataque a la investidura presidencial es contra todas las instituciones. Pretende despegarse de un gobierno que ella creó y del que es la principal responsable. Vicepresidenta: Usted debilita a todos los argentinos”.