Memoria de una mujer valiosa
La noticia del fallecimiento de Marta Victorina Casanueva me golpeó con la contundencia de la sorpresa y el dolor de lo irremediable. No hacía mucho tiempo habíamos hablado por teléfono y su voz y su carácter abonaban la sensación de la inmortalidad.
Conocí a esta dama a raíz de una invitación que me efectuara a concurrir al Club del Grillo y conocer sus alumnos en la Escuela N° 1 quienes me hicieron una nota reportaje (la conservo) que inopinadamente superior a muchas que posteriormente me hicieron profesionales del periodismo. Indudablemente se veía la mano de una maestra muy singular.
Marta ingresó al Taller Literario de Junín en aquel período fundacional junto con un núcleo muy valioso de personas, por eso que el destino señala para el lacero de cosas importantes. Con el riesgo de olvidar ahora injustamente a quienes no debo olvidar. Recuerdo al profesor Barrionuevo, a Ana María Bertuzzi, Aída Bertuzzi, Alfredo Benigno Correa, Alfredo D. Manacorda, Juan Biondini, Carmen Marcassó, etc.
En letras, Marta se aferró a escribir narrativa personal y de ficción con llamativa calidad donde lo sencillo, humano y cotidiano crecía a una grandeza imposible de soslayar. Cuidadosa de su vida privada amó y fue amada. Fue, y lo será, ejemplo de un magisterio auténtico y enaltecedor, donde las virtudes no están en los discursos de circunstancias sino en el ejercicio de la vida.
Que descanses en paz.
Cánepa Leiva: Profesor de Lengua y Literatura. Director del Taller Literario de Junín.