
De Lincoln al mundo: la historia del primer argentino en llegar al Turf de Kuwait
Luciano Cabrera nació en Lincoln y toda su infancia estuvo vinculada a los caballos. Su pasión se acrecentó viendo a su papá participar de las famosas “cuadreras”, las carreras de caballo que se corrían todos los fines de semana en distintas ciudades de la Región. De esa manera, su familia se pudo comprar su primera casa en la localidad de Pasteur, de donde es oriundo su padre.
“Siempre estuve vinculado a este rubro, entrenando caballos para correr. Luego me formé en Lincoln, pero después me terminé puliendo en Buenos Aires”, contó Luciano y agregó “empecé trabajando de peón y ocho meses después me entusiasmé con el tema de ser jockey e ingresé al colegio de aprendices”.
Así, con sus apenas 18 años Luciano comenzaba a entrar, sin darse cuenta, en la historia grande del jockey de nuestro país. “Me fui a vivir solo, con un poco de ropa y con un viajante que justo iba a Capital. Me quedé en un “stud” y arranqué”, relató Cabrera y mencionó que “con una buena campaña y poniéndole esfuerzo, en poco tiempo me pude comprar un terreno y hacer mi casa. Esa fue siempre mi idea. Tener una familia, mi casa, auto y bienestar. Fue por eso que me arriesgué”.
En ese sentido, el deportista contó que se fue “abriendo camino solo”, porque sus padres no podían bancarle un departamento en Capital Federal ni sostenerlo económicamente, porque “estábamos con lo justo”. Así, siempre agradeció a todas las buenas personas que cruzó en su camino y que lo ayudaron a seguir adelante.
Su llegada a Kuwait
Luego de su buen desempeño durante el 2017 donde ganó 93 carreras, a Luciano le llegó una interesante propuesta vía redes sociales. En el año 2018, lo contactaron de Kuwait, el país árabe situado en Asia Occidental, para que compita en su reconocido Turf.
Pero como sus tres niñas, Antonela, Luciana y Luna, eran muy pequeñas, no aceptó. Luego, a mitad del 2021 lo volvieron a llamar y ahí decidió probar por una temporada.
“Los árabes me propusieron un buen salario, más las comisiones por el primer y segundo puesto. Todo en dólares. Era una buena oportunidad”, expresó el jockey y remarcó “estuve tres meses donde gané 23 carreras y fue un boom, porque fui el primer argentino en llegar al Turf de Kuwait y fue toda una revelación”.
En ese sentido, contó que sintió un poco de presión por ser el primero en representar a nuestro país en ese deporte. Pero luego de ganar su primera carrera, se relajó y comenzó a disfrutar más.
“Es un país muy futbolero, entonces me relacionaban mucho con Maradona. Con respecto al caballo, ello lo tienen por hobby, porque allá no hay apuestas. Hay solamente cuatro hipódromos, con pocas carreras, no hay la cantidad de caballos que hay en Argentina”, afirmó y sostuvo “ahora, en esta temporada me fue bárbaro, aprendí mucho más inglés y bastante árabe. La relación con ellos es muy buena y me adoran.
Me costó adaptarme porque es una cultura totalmente diferente, pero me gustó mucho la educación que tienen y el respeto hacia la otra persona. Allá todo es blanco o negro, no hay intermedio”.
En la actualidad, Luciano trabaja en Kuwait para cuatro familias y logró que le hicieran la ciudadanía. “Ahora puedo entrar y salir del país cuando quiera y los días que desee. Eso no se lo dan a cualquiera”, remarcó y agregó que su futuro aún es incierto, pero la idea es ir a Arabia Saudita, donde hay otra exigencia y nivel. “Estoy esperando que se de la oportunidad”.
Entrenamiento personal
En cuanto a sus cuidados, Luciano contó que necesita vitaminas especiales, entrenamiento constante y una alimentación adecuada. “Somos atletas, no solamente la persona que va arriba de un caballo. Necesitamos buen descanso, somos como los futbolistas”, mencionó y agregó “siempre de chico quise ser reconocido como un atleta destacado. Soñé con eso y en este caso lo tuve a mi papá como ejemplo, él estuvo ternado como uno de los mejores jockeys y ganó. Mi otra meta era ganar una carrera en Buenos Aires, y eso gracias a Dios, a todo mi esfuerzo y al apoyo de mi familia, lo conseguí”.
Así, el deportista concluyó: “Con dedicación y disciplina las cosas se pueden lograr. Siempre hay que ponerse metas. Ya hay muchos chicos que me tienen de ejemplo y me siguieron. Creo que eso es lo que lleva a uno a superarse”.