
Nicolás Agesta, el juninense que realiza la música de las novelas de Telefé
Su pasión por el arte musical comenzó desde pequeño cuando transitaba la Escuela Primaria 24 ya que en paralelo había empezado a estudiar en el Conservatorio de Junín.
“Toda la carrera de Charly García me dejo como soñando. También cuando escuche el disco In Rainbows de Radiohead sentí algo parecido. No podía creer lo que podía generar la música”, afirmó Agesta en relación a sus influencias.
Ya en el secundario, se juntó con un grupo de amigos del barrio y el colegio donde comenzaron a ensayar y a crear canciones formando el grupo Besos Brujos.
Al terminar los estudios en Junín, tomó la decisión de ir a Buenos Aires para seguir creciendo en su pasión, pero esta vez como productor musical ya que estudió esa carrera en el Instituto Tamaba.
Además de ser productor, en la actualidad, Nicolás Agesta, tiene su banda solista acompañado por artistas juninenses y ya editó dos discos de estudio.
-¿Cómo fue tu vida Junín en primaria y secundaria? ¿Qué recuerdos tenés?
-Jugar al tejo con mi abuela en la plaza, la peña de los viernes en la cancha de paleta, Besos Brujos, caminatas con mi vieja haciendo los mandados y mucha música.
Son muy lindos los recuerdos que tengo y que sigo disfrutando queda vez que voy.
-¿Cómo fueron tus inicios en la música en la ciudad de Junín?
-A los 9 años empecé a estudiar en el conservatorio. Caminaba por los pasillos y escuchaba música que salía de las aulas. Escalas, dictados rítmicos, melódicos. El Piano.
Recuerdo que mi preceptora de séptimo grado, Norma, me prestó un CD de Alejando Lerner y saqué todas las canciones en el piano y las cantaba en los actos de la Escuela 24.
Luego formamos una banda de verano con amigos, que ensayábamos de domingo a domingo en el quincho del baterista.
Creo desde muy chico tuve la posibilidad de buscar, de buscarme y poder hacer lo que más me gustaba.
Ya comenzando el secundario empezamos a ensayar y a crear las canciones de lo que terminó siendo Besos Brujos, banda de la cual no tengo más que hermosos recuerdos y con la que vivimos la experiencia de grabar dos discos de estudio, viajar y compartir.
Creo desde muy chico tuve la posibilidad de buscar, de buscarme y poder hacer lo que más me gustaba.
-¿A Buenos Aires fuiste con la intención de seguir con la música?
-En el mismo momento que formábamos Besos Brujos, Julio Timo (guitarrista de la banda), me había mostrado cómo maquetaba unas canciones y las grababa en multipista.
Hasta ese momento nunca me había puesto a pensar como se hacían los discos. Ahí mismo descubrí el mundo de la grabación y empecé a escuchar los discos con otra perspectiva, los arreglos, los ritmos y la función que cumplía cada instrumento dentro de una canción.
A los 17, habiendo terminado el secundario, decidí venir a capital a estudiar producción musical en el Instituto Tamaba.
En un principio no fue fácil encontrarme con semejante ciudad, cambiaron mucho los tiempos y las responsabilidades. Me pasaba horas haciendo canciones y tratando de entender la música, su mundo y el mío.
-¿Cómo es tu relación con la música en la actualidad como productor y músico?
-Vivo en constante aprendizaje, cada proyecto que me llega para producir, lo tomo como una posibilidad de explorar, de conocer y crecer.
Lo mismo pasa con mis canciones, en cada show, la posibilidad de hacerlo con amigos, con un grupo humano hermoso, hace que esa búsqueda sea liviana, sin tiempos, sabiendo que lo que más importa es disfrutar y compartir cada momento.
-¿Cuáles son tus influencias musicales?
-Toda la carrera de Charly García me dejó como soñando. También cuando escuche el disco “In Rainbows” de Radiohead, sentí algo parecido. No podía creer lo que podía generar la música.
Escucho a muchas bandas y solistas de Argentina y del resto del mundo, estoy constantemente explorando lo nuevo.
-¿En qué recitales se te vienen mayores recuerdos?
-En el teatro La Ranchería con Besos Brujos, fueron los primeros shows de producción propia en la que arrancábamos a las 7 medio dormidos a organizar todo y terminábamos el show en un abrazo y con una satisfacción increíble.
Otro show que no me voy a olvidar fue la presentación de “Días que pasan” mi segundo disco, en el Centro Cultural De La Cooperación (Buenos Aires). Silencio en la sala, con Pablo Passarello e Iván Rolla, en el escenario había una energía distinta, emoción y nervios. Sentí, y exprese en ese momento, que esto era el comienzo.
¿De qué se trata ser productor musical?
-El rol de un productor musical es brindarle recursos al músico, banda, o director, para ayudarlo en esa búsqueda que luego va a quedar plasmado en un disco, banda sonora, una publicidad, etc.
Es trabajo en equipo y uno es el responsable de que las cosas fluyan, los objetivos se cumplan y exprimir al cien por ciento a cada integrante de la banda. Trato de compartir y meterme en la historia y el proyecto de cada músico que produzco para ayudarlo a expresar genuinamente lo que siente. Luego buscamos darte un concepto al disco y arrancamos a laburar.
Me encanta hacer esto, poder poner mi granito de arena en la carrera de otras personas y llevarme la experiencia.
¿Qué trabajos has realizado? ¿Cómo es componer y producir música para la Televisión?
-Tuve la posibilidad de trabajar en varios discos, “Despojado de todos mis prejuicios” de Julio Timo, “Eva” de Jorge Jorquera (Chile) y “Sen” de La Molo (Chile). Además hice mis dos discos que son “Viajando juntos” y “Días que pasan”.
El año pasado realicé la post-producción de sonido y banda sonora de un cortometraje llamado “295 y medio”, dirigido por Agustina Caldirola por lo que comencé a realizar música incidental y publicidades.
Esto último, haberme metido sin darme cuenta en el mundo del cine y la televisión, era algo que siempre me había llamado la atención.
Te sentís libre, no tenés límites, el campo es gigante y la música te invita a vivir.
Actualmente estoy produciendo el disco de Gastón Meloni y realizando la música incidental de una tira de Telefé.