
Rusia dio el visto bueno para que Argentina produzca la Sputnik V
La vacuna rusa Sputnik V podrá en el corto plazo comenzar a ser producida en la Argentina luego de que el Instituto ruso Gamaleya diera su visto bueno a las muestras producidas en el laboratorio bonaerense Richmond, informó ayer la ministra de Salud, Carla Vizzotti.
Durante una conferencia de prensa brindada ayer en Casa Rosada, la titular de la cartera sanitaria confirmó que los tres lotes de componente 1 y 2 producidos en la Argentina consiguieron alcanzar los estándares dispuestos por el laboratorio moscovita y, a partir de ahora, se avanzará en la importación de antígenos para comenzar la producción local.
La confirmación realizada en la mañana de ayer es un paso definitorio para que el país pase a formar parte de la “cadena de producción” de la vacuna, algo que permitirá tener mayores volúmenes disponibles en el corto plazo. “El instituto Gamaleya ha confirmado el control de calidad satisfactoria de los tres lotes de componentes. Son tres lotes consecutivos del componente 1 y tres del componente 2 que se enviaron hace semanas formulados, llenados en Richmond para su control. Vamos a avanzar firmemente en la importación de antígenos”, dijo la funcionaria.
Por su parte, el laboratorio Richmond confirmó ayer que “en los próximos días podrá iniciar la producción para poner a disposición de los argentinos un número importante de vacunas” Sputnik V contra el coronavirus, después de que el Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF) aprobó los lotes enviados en abril a ese país.
Richmond consignó en un comunicado que el Instituto Gamaleya “dio la aprobación, bajo sus estrictos controles de calidad, de los lotes de la vacuna Sputnik V enviados en el mes de abril de 2021, correspondientes a las pruebas de transferencia tecnológica iniciadas tiempo atrás”.
Antecedentes
La Argentina se había convertido en el primer país de América Latina en comenzar la producción de la vacuna Sputnik V y, a medidos de abril pasado, se había anunciado oficialmente que se había conseguido el primero de los lotes que debían enviarse a la capital rusa.
En ese momento, la planificación indicaba que la producción a gran escala podría comenzar en junio, pero se había mantenido la cautela por tratarse de un “proceso biológico que puede tener demoras”.
Sin embargo, la confirmación de ayer abre la puerta a una producción en el corto plazo que permitiría disponer de las primeras dosis en los próximos 30 días, siempre dependiendo de los pasos de escalado de la “formulación”, es decir, el envasado de las mismas.
La Sputnik V se basa en una plataforma de vectores adenovirales humanos, virus inactivados que se utilizan para transportar material genético del virus que se quiere inocular, en este caso, del coronavirus.
Utiliza dos vectores diferentes - uno para cada dosis-, lo que proporciona una inmunidad más duradera que las vacunas que utilizan el mismo mecanismo de administración para ambas inoculaciones.
Según los diversos datos difundidos, la efectividad de la vacuna es del 97,6%, basados en el resultado del análisis de datos sobre la incidencia del coronavirus entre los rusos vacunados con ambos componentes en el período comprendido entre el 5 de diciembre de 2020 y el 31 de marzo de 2021.
Meses atrás, el Gobierno argentino, a través del Ministerio de Desarrollo Productivo, aportó desde 30 millones de pesos como apoyo financiero a Richmond para mejorar su capacidad productiva, incorporar equipamiento y modernizar sus instalaciones para fabricar la vacuna “rusa”.
Fuentes del ministerio explicaron oportunamente que otorgaron “un crédito para capital de trabajo por $29.978.089 financiado con el Fondo Nacional de Desarrollo Productivo (Fondep)”, y que otorgarán “asistencia financiera a través del Programa Soluciona, por un total de $13 millones”.
También informaron que se agilizaron los trámites para la importación de equipos y del principio activo