
La caída en la cobertura de vacunación de los niños, otro efecto inesperado de la pandemia
Una tendencia que era observable previo al inicio de la pandemia se tornó preocupante en poco tiempo. Las tasas de cobertura de las vacunas de calendario de los niños registran fuertes caídas en los últimos meses, y se lo atribuye a los contratiempos que trajo aparejados emergencia sanitaria. Un fenómeno mundial que enciende las alarmas.
Democracia consultó con expertos y autoridades respecto a la dinámica, sus riesgos para los más pequeños, y las implicancias para la salud pública local. En el horizonte, se vislumbra la posibilidad de mayor transmisibilidad de enfermedades contagiosas, y llaman a regularizar los controles y completar esquemas, sobre todo en las franjas etarias más expuestas.
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), el descenso en la cobertura de las vacunas del calendario es uno de los 10 problemas más urgentes que deben enfrentarse a nivel global, y ya era perceptible en tanto tal desde el 2019, año en que las tasas de vacunación descendieron a niveles históricos en la última década, lo que se acentuó con el Covid-19, sobre todo en los niños.
Asimismo, según datos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y UNICEF, uno de cada cuatro niños de Latinoamérica no posee el esquema completo de vacunación de rutina.
Efecto de la pandemia
Consultada por Democracia, la doctora Gabriela Franchi, subsecretaria de Salud municipal, detalló que “el calendario regular de vacunación, desde el inicio de la pandemia y las medidas de aislamiento, sufrió un descenso importante en las coberturas”, y agregó que los grupos etarios más afectados son “los niños hasta los 18 meses, los de 6 años (ingreso escolar) y 11 años, en ambos sexos”.
En dicho sentido, la funcionaria explicó que, a raíz de la emergencia sanitaria, se observó a nivel local una “mayor deficiencia en los controles y vacunación”, en correspondencia con la tendencia mundial observada por los organismos internacionales.
Cabe señalar que, de acuerdo a un informe emitido por la OPS, UNICEF y la Sociedad Argentina de Pediatría, “en 2020 se registró un descenso promedio de 10 puntos en las coberturas nacionales de vacunación de todas las vacunas respecto al promedio 2015-2019”, y, precisamente en ese año, en Argentina “ninguna vacuna ha superado un valor del 80% de cobertura a nivel nacional”.
En diálogo con este diario, Hugo Fleitas, pediatra neumonólogo y jefe de pediatría del Sanatorio Junín, destacó que “el impacto de la pandemia por SARS-CoV-2 sobre las coberturas de vacunación fue muy significativo en todos los grupos etarios”, y enfatizó las implicacias que el aislamiento tuvo sobre “la prevención, el cuidado de la salud y el tratamiento de distintas enfermedades”.
Es que los expertos advirtieron que el descuido de los controles de rutina en los niños también tiene efectos sobre la cobertura de vacunación. Según datos de la encuesta de Percepción y Actitudes de la Población de UNICEF, realizada hace un año, “el 24% de los hogares no ha podido mantener los controles de salud y el 7%, el calendario de vacunación de sus hijos e hijas”. No obstante, se observó un leve descenso respecto a la segunda mitad del 2020, producto de la progresiva reapertura de actividades.
Al respecto, Fleitas afirmó que “la caída de las coberturas de vacunación es multifactorial”, y, entre las posibles causas destacó las relativas al acceso, como “dificultades económicas, escasez de recursos humanos y vacunatorios con horarios acotados”, así como “la disminución de las consultas y controles de salud” y, no menos importante, “el desconocimiento o baja percepción de riesgo por parte de la población y la falta de confianza”, tanto en las vacunas, como en los médicos y autoridades.
Asimismo, el pediatra destacó que fue “el aislamiento social y el temor a concurrir a los diferentes efectores de salud” los factores que incidieron particularmente en la caída de las tasas de cobertura y los controles de salud de rutina.
Riesgos
Existe un amplio consenso en el mundo de la ciencia respecto a la efectividad de las vacunas en la reducción del riesgo de contraer enfermedades, y su eficacia fue probada en numerosas afecciones, muchas de ellas mortales sin cobertura inmunitaria. Es por ello que la situación actual genera alarma en las autoridades sanitarias, ante una mayor exposición de los niños por los calendarios incompletos.
Tanto la OMS como UNICEF y otros organismos vinculados a la salud, advierten que se están dando las condiciones propicias para que se produzcan nuevos brotes de enfermedades que se pueden evitar mediante la vacunación. En relación a ello, Franchi explicó a este diario que “cualquier enfermedad inmunoprevenible puede manifestarse en caso de no tener esquema completo de vacunación”, y advirtió que en caso de haber “un porcentaje de población susceptible no vacunado o con un esquema incompleto” puede producirse un brote.
“Mientras más niños y niñas no tengan acceso a las vacunas, más oportunidades hay para que enfermedades como el sarampión se extiendan. Ya han ocurrido brotes epidemiológicos que pueden prevenirse con vacunas”, expresó UNICEF en un informe reciente.
Por su parte, Fleitas afirmó que la situación post pandemia “implica un incremento sustancial de individuos susceptibles”, por la falta de cobertura, y actúa como marco que “predispone y favorece la aparición de brotes, reemergencia o reintroducción de enfermedades prevenibles por vacunación” que están, hasta el momento, controladas o eliminadas en Argentina y la región.
A modo de ejemplo, el pediatra neumonólogo mencionó la polio, tétanos neonatal, sarampión, rubéola y síndrome de rubéola congénita, y también advirtió que la baja en la cobertura puede implicar “el aumento de casos de las enfermedades controladas como resultado de la vacunación masiva”, tales como hepatitis A, enfermedades invasivas por HIV, coqueluche, difteria y tétanos.
El sarampión enciende las alarmas
La posibilidad de reaparición de enfermedades ya erradicadas o controladas a causa de la vacunación alerta a las autoridades sanitarias de todo el planeta, y el incremento del 79% en los primeros meses del 2022 en los casos de sarampión a nivel mundial preocupa.
De acuerdo a la directora de la OPS, la doctora Carissa Etienne, los dos últimos años han hecho retroceder casi tres décadas de progreso en la vacunación contra la polio y el sarampión, y se percibe un riesgo real de su reintroducción en la región. “Hoy volvemos a estar en los mismos niveles de cobertura de vacunación que en 1994”, destacó la funcionaria.
Aimismo, desde la OMS y UNICEF advirtieron por el nivel de contagiosidad del sarampión, que provoca el incremento de casos cuando disminuye la cobertura de vacunación, y temen que se trate del preludio de brotes de otras enfermedades.
Respecto a la situación local, la subsecretaria de salud destacó que “en Junín no ha habido casos de sarampión”, y Fleitas agregó que en Argentina “no se registran casos autóctonos desde el año 2000”. Lo mismo sucede con otras enfermedades, también combatidas por la vacunación, que no afloran en nuestro país hace tiempo, como la “rubéola congénita, desde 2009, poliomielitis desde 1984, difteria desde 2006 y tétanos neonatal desde 2007”.
Respuesta
Vistos los riesgos y la gravedad de la situación de alcance mundial, los expertos trabajan en el desarrollo de respuestas para su normalización. Por su parte, UNICEF llamó a “restablecer y fortalecer de manera urgente los programas de inmunización de rutina, desarrollar campañas de estimulación de confianza en las vacunas y ejecutar planes para llegar a todos los niños, niñas y adolescentes y sus familias”, y a nivel local también se prevén medidas.
En dicho sentido, Fleitas expresó que “se deben realizar los máximos esfuerzos para mejorar y mantener coberturas adecuadas y homogéneas en todo el territorio nacional”, y Franchi explicó que en Junín, “además de la concientización, se realizan operativos de vacunación en Centros Maternales y Jardines de Infantes, así como en terreno, en algunos barrios puntuales”.
A su vez, la funcionaria destacó el esfuerzo de los equipos de salud, que “hacen seguimiento de la situación de familias vulnerables” y afirmó que la cartera de salud local “trabaja en articulación con los establecimientos educativos, comedores, merenderos y Sociedades de Fomento de cada área programática”, con el objetivo de regularizar la cobertura de vacunación y los controles de rutina en los niños y adolescentes.
Sin embargo, advirtió que “la mayor oferta de servicios”, como por ejemplo la ampliación de horarios y canales de atención, no puede ser considerada la única solución, puesto que “no garantiza el logro de la meta”, y por ello “otros factores deben ser tenidos en cuenta”. De acuerdo a la médica, es fundamental “detectar la demanda oculta”, que definió como “aquella que no concurre a los CAPS ni al Hospital”, e instrumentar el contacto con los centros de salud para “evaluar libretas sanitarias y completar esquemas de vacunación”.