
None
El sorgo, una alternativa para los chacareros
Soporta temperaturas más elevadas, crece mejor ante la falta de precipitaciones y es mucho más económico que el maíz.
En la búsqueda de alternativas constantes a las que está obligado el productor agropecuario en su planificación anual, una opción empieza a crecer en la Argentina: el sorgo.
Mucho más económico que el maíz y de alta resistencia ante las sequías -uno de los problemas más graves en los últimos tiempos- y el calor, este cereal es uno de los que más ha crecido en los últimos tiempos.
En Junín, es un cultivo poco utilizado, pero que cada vez ocupa más hectáreas, según explican desde la Asociación de Ingenieros Agrónomos.
Según la Secretaría de Agricultura, el sorgo creció un 10% en los últimos años en Argentina y podría crecer ese mismo porcentaje en este 2008. En todo el país, en la última campaña se sembraron 815.000 hectáreas.
En el ranking de los cereales más producidos en el mundo el sorgo se ubica quinto, después de los cultivos de arroz, maíz, trigo y cebada. En total se producen 60 millones de toneladas de las que se comercializa el 10%. Estados Unidos es el primer exportador: tiene el 70% del mercado.
"Lo primero que hay que aclarar es que hay básicamente tres usos: cosechas de granos, forraje para el pastoreo y para silaje (almacenamiento para otras temporadas). Hay diferencias genéticas entre el sorgo que sirve como alimento para animales y el que se comercializa como cereal", explica Adrián Co-laneri, experto en este tipo de cultivos de la Asociación de Ingenieros Agrónomos de Junín.
"En la zona lo que más se utiliza es el sorgo para pastoreo en el verano. La siembra se realiza a fines de octubre hasta a principios de noviembre", continúa Cola-neri.
La cuestión de la falta de lluvias que azota la región y gran parte del país es fundamental. "Es más resistente que otros cultivos, pero, como todas las semillas, necesita de agua para crecer. Lo interesante es que tiene un aguante distinto", opina.
Los especialistas coinciden en que lo económico es clave. La explicación es sencilla: no es tan exigente en cuanto a fertilizantes y es más barato para sembrar que el maíz. También tiene otra ventaja clave, especialmente en este año tan movido políticamente por el tema: el sorgo paga un 20% de retenciones contra el 25% del maíz.
Valores atractivos
En líneas generales, el costo de hacer una hectárea de sorgo ronda entre un tercio y el 40% respecto del maíz, según la tecnología utilizada. Considerando valores promedio, la relación del precio de una bolsa de maíz respecto de una de sorgo es de 2 a 1, aproximadamente. Mientras que con una bolsa de sorgo se siembran tres hectáreas, con una bolsa de maíz se hace una hectárea.
Otra de las ventajas con la que cuenta es la buena rotación que tiene con la soja, como alternativa para seguir con la rotación.
Mucho más económico que el maíz y de alta resistencia ante las sequías -uno de los problemas más graves en los últimos tiempos- y el calor, este cereal es uno de los que más ha crecido en los últimos tiempos.
En Junín, es un cultivo poco utilizado, pero que cada vez ocupa más hectáreas, según explican desde la Asociación de Ingenieros Agrónomos.
Según la Secretaría de Agricultura, el sorgo creció un 10% en los últimos años en Argentina y podría crecer ese mismo porcentaje en este 2008. En todo el país, en la última campaña se sembraron 815.000 hectáreas.
En el ranking de los cereales más producidos en el mundo el sorgo se ubica quinto, después de los cultivos de arroz, maíz, trigo y cebada. En total se producen 60 millones de toneladas de las que se comercializa el 10%. Estados Unidos es el primer exportador: tiene el 70% del mercado.
"Lo primero que hay que aclarar es que hay básicamente tres usos: cosechas de granos, forraje para el pastoreo y para silaje (almacenamiento para otras temporadas). Hay diferencias genéticas entre el sorgo que sirve como alimento para animales y el que se comercializa como cereal", explica Adrián Co-laneri, experto en este tipo de cultivos de la Asociación de Ingenieros Agrónomos de Junín.
"En la zona lo que más se utiliza es el sorgo para pastoreo en el verano. La siembra se realiza a fines de octubre hasta a principios de noviembre", continúa Cola-neri.
La cuestión de la falta de lluvias que azota la región y gran parte del país es fundamental. "Es más resistente que otros cultivos, pero, como todas las semillas, necesita de agua para crecer. Lo interesante es que tiene un aguante distinto", opina.
Los especialistas coinciden en que lo económico es clave. La explicación es sencilla: no es tan exigente en cuanto a fertilizantes y es más barato para sembrar que el maíz. También tiene otra ventaja clave, especialmente en este año tan movido políticamente por el tema: el sorgo paga un 20% de retenciones contra el 25% del maíz.
Valores atractivos
En líneas generales, el costo de hacer una hectárea de sorgo ronda entre un tercio y el 40% respecto del maíz, según la tecnología utilizada. Considerando valores promedio, la relación del precio de una bolsa de maíz respecto de una de sorgo es de 2 a 1, aproximadamente. Mientras que con una bolsa de sorgo se siembran tres hectáreas, con una bolsa de maíz se hace una hectárea.
Otra de las ventajas con la que cuenta es la buena rotación que tiene con la soja, como alternativa para seguir con la rotación.